Si estás interesado en el mundo del vino pero no tienes ni idea de por dónde empezar, te traemos una guía rápida y sencilla sobre vino para principiantes. Descubre todo lo que debes saber para disfrutar de este fascinante mundo desde ya.
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Cómo iniciarse en el mundo del vino si eres principiante
El primer paso para introducirse en el mundo del vino para principiantes consiste en conocer su lenguaje. Es decir, deberás descubrir cuáles son los conceptos más elementales y las palabras básicas que se emplean en el mundo de la vinicultura.
Para empezar, algunos de los más sencillos a tener en cuenta se relacionan con las uvas. Por ejemplo, el terruño, la viña y sus cualidades orográficas y climatológicas, entre otros factores, que afectan a las vides y sus frutos. Los términos monovarietal y coupage, el primero de ellos se refiere a un vino que ha sido elaborado con una única variedad de uva, mientras que el segundo se trata de una mezcla de variedades.
Los taninos son esenciales, se trata de una sustancia química que se encuentra en las uvas y los raspones del racimo. Su papel es el de aportar cuerpo y estructura al vino. Si este presenta un fuerte sabor astringente, se deberá a un fallo de desequilibrio con los taninos.
En cuanto a la elaboración, la crianza del vino es una de las palabras que más escucharás si te has introducido en el mundo del vino para principiantes. Se usa para hablar sobre el proceso de maduración o envejecimiento de un vino, o bien para calificar a un caldo según su edad, de más joven a más viejo: joven, crianza, reserva y gran reserva.
El siguiente paso para disfrutar de la vinicultura consiste en lanzarse directamente a probar un buen vino. Será el momento de poner la teoría en práctica.
Consejos para principiantes al degustar un vino
El mejor consejo que te puedo dar si empiezas en el mundo del vino para principiantes es que te lances a probar y educar tu paladar.
Una cata debe afrontarse con la mente abierta y sin miedo de opinar, la gracia de una degustación es analizar el vino y compartir las primeras impresiones. No pasa nada si te equivocas al principio, poco a poco irás afinando tus sentidos.
Puedes fijarte en el color, su tonalidad e intensidad te dará pistas sobre la edad del vino y sus cualidades. Los más saturados y brillantes serán jóvenes, mientras que conforme estos se vean más apagados delatarán a los vinos viejos.
Los aromas del vino se diferencian en tres tipos: primarios, secundarios y terciarios. La diferencia entre ellos responde a dos cuestiones: su intensidad, de mayor a menor; y su procedencia, los primarios se adquieren por el tipo de uva y sus condiciones de cultivo (flores, frutas, vegetales), mientras que los secundarios se obtienen gracias a los procesos de fermentación (levaduras, lácteos) y los terciarios durante el envejecimiento (madera, cuero, ahumado). Intenta identificar todos los que puedas.
A la hora de catar el vino, cuando éste entre en contacto con tu paladar, puedes opinar si te parece más o menos ácido, denso o ligero, si el gusto perdura o desaparece rápidamente.
En definitiva, la verdadera clave está en disfrutar del vino sin mayores pretensiones. Y esto da igual que sea un vino para principiantes o para avanzados. Todo lo demás será un juego añadido a este placer.
¿Cómo saber qué tipo de vino elegir?
Si acabas de comenzar en el mundo del vino para principiantes y prefieres ir a lo seguro, apuesta por uno de los sinónimos de calidad: una Denominación de Origen. Un Ribera del Duero, un Rueda, un Jumilla, un Rías Baixas o un Rioja, entre otras, no te fallarán.
La añada del vino, es decir, la fecha en la que tuvo lugar la vendimia de las uvas con las que se elaboró, te dará pistas de si es un buen vino o no. Esta información podrás encontrarla con una rápida búsqueda en Internet.
Una pregunta clave: ¿con qué vas a hacer el maridaje del vino? Tradicionalmente se dice que el vino blanco casa con los platos de pescado y marisco, mientras que el tinto está indicado para las carnes. Si bien es cierto que esta idea no es del todo exacta, algo de verdad sí tiene. Y es que a la hora de maridar un vino con una comida se tienen en cuenta dos aspectos:
- El primero es la consistencia de la comida. Los platos más ligeros como el pescado o la pasta armonizan con vinos más suaves, como los blancos. Aunque también pueden hacer una buena combinación con algunos tintos, además de con los rosados. Mientras que comidas intensas, como la carne o los guisos, se relacionan mejor con vinos con características equivalentes, generalmente, tintos.
- El segundo aspecto al que hay que prestar atención es al contraste. Por ejemplo, un queso azul, fuerte e intenso, combinará perfectamente con un vino dulce. En cambio, un plato picante se degustará con uno espumoso.
3 Vinos tintos para principiantes
La estrella de la industria vinícola española es el vino tinto, el más consumido. No obstante, debido a sus cualidades organolépticas, más intensas, no suele ser la primera elección de los principiantes en el vino.
Para iniciarse con buen pie en el terreno del vino tinto serían los caldos jóvenes, ya que suelen ser más afrutados y amables pero con sin perder su carácter.
Otra posibilidad es un vino tempranillo de La Rioja, suaves, ligeros y muy frescos, también con una marcada personalidad afrutada.
Sin embargo, quienes prefieran subir un peldaño lo harán de la mejor de las formas con un joven tempranillo de Ribera del Duero. Con una mayor concentración de taninos, muy equilibrados eso sí, y complejidad de aromas y matices.
3 Vinos blanco y rosado para principiantes
Los vinos blancos y rosados suelen ser la forma habitual de introducirse en el vino para principiantes, ya que se presentan con menos exigencia en el paladar de sus comensales. La frescura y ligereza que los caracteriza facilitan esta labor. No obstante, siempre dependerá del vino en cuestión.
Algunas de las variedades de vinos blancos más populares entre los principiantes son el verdejo, el albariño o la airén,
En cambio, algunas de las extranjeras más demandadas son la chardonnay, la riesling o la sauvignon blanc.
En cuanto a los vinos rosados, algunas propuestas muy aconsejables para su degustación son aquellos elaborados con tempranillo y verdejo, con intensos aromas florales y con una equilibrada acidez.
Ahora que ya cuentas con unas nociones básicas, todo depende de ti. Anímate a probar diferentes clases y poco a poco dejarás de estar en el sector de vino para principiantes, para pasar a todo un experto sumiller. Con las diferentes catas lograrás familiarizarte con la vinicultura hasta sentirte como pez en el agua.