Clasificación de los aromas en el vino

El mundo de los aromas del vino es prácticamente infinito y uno de sus aspectos más interesantes. En principio podemos dividirlo en aromas primarios, secundarios y terciarios, pero… ¿sabes que no todos lo vinos tienen estos tipos de aromas? Sumérgete en el mundo de las esencias de este jugo. ¡Vamos!

¿Qué son los aromas del vino?

El aroma del vino es el olor que desprende y que esté directamente vinculado con la fase gustativa durante su cata y degustación. Esto se produce al generarse una serie de sustancia volátiles, a través del caldo, que penetran vía retronasal en nuestros sentidos.

Las cualidades aromáticas que dan lugar a los matices de un vino pueden haber sido adquiridas por múltiples factores: las distintas variedades de uva, el tiempo y el modo de crianza del vino, o las características del terruño, entre otros. En relación a esto, diferenciamos entre tres tipos de aromas: primario, secundario y terciario.

Tipos de aromas en el vino

Ya sabías que los aromas del vino son muy importantes, pero, ¿sabías que existen diferentes tipos? Pues sí, y mayoritariamente dependen de la crianza que haya tenido ese vino. Vamos a ver detenidamente los aromas primarios, secundarios y terciarios del vino.

Los aromas primarios del vino

Los aromas primarios son los más intensos, aquellos que se aprecian en primer lugar, nada más inclinar la copa y acercar la nariz al vino. Además, también son los más fácilmente reconocibles. Este tipo se podría dividir en tres categorías: frutales, florales y vegetales.

Entre los aromas afrutados podemos encontrar una variedad previsiblemente amplia: cítricos (limón, pomelo), frutos rojos (fresas, arándanos), tropicales (piña, plátanos), u otra clase de frutas como peras, manzanas, albaricoques o melocotones.

En cuanto a los aromas florales, algunos de los más habituales son los de rosas, azahar o violetas. Mientras que los matices vegetales se relacionan principalmente con los pimientos, los tomates o el tomillo.

Aromas primarios del vino

Aromas secundarios

Además de los profundos olores primarios hay dos más: los secundarios y los terciarios. Ambos influyen a su manera en el sabor del vino y son adquiridos por procedimientos distintos durante la etapa de elaboración de un vino.

Los aromas secundarios se consiguen en los procesos de fermentación, por ello sus aportes suelen recordar a los típicos de una panadería (por ejemplo, levaduras) o relaciones con los lácteos (como a mantequilla o queso). Cuando el vino se hace girar en la copa se liberan estos matices.

Aromas secundarios del vino

Aromas del vino terciarios

En cuanto a los aromas terciarios (también conocidos como buqué), su relación queda establecida por las barricas de madera en las que se envejece el vino. Por lo que los olores tienen que ver con tostados (frutos secos, chocolate), especias (canela, clavo, nuez moscada) o la propia madera.

Aromas terciarios del vino

Clasificación de las esencias del vino

Si te sientes algo perdido a la hora de identificar los aromas de un vino, te aseguramos que teniendo en cuenta esta amplia gama de posibilidades te resultará más sencillo. Estos son los grupos de olores más habituales que podrás encontrar en un vino.

Tipos de aroma del vino
🍓 Frutales

Cítricos como el limón, la lima, la naranja o el pomelo; a frutos rojos como las moras, las fresas, los arándanos o las frambuesas; a frutos de hueso como el melocotón o el albaricoque; también a otros, por ejemplo, piñas, plátanos o peras

🌹 Florales

Jazmín, rosas, violetas, lavanda, camomilas

🥕 Vegetales

Verduras como el pimiento verde; o herbáceos como la menta, el tomillo o la hierba.

🌱 Especias

Vainilla, clavo, pimienta, azafrán, canela, jengibre, nuez moscada, canela, coco

🥜Tostados

Cacao, frutos secos, caramelo, café

🌲 Maderas

Cedro, regaliz o balsámicos como los procedentes del pino o del eucalipto

🍞 Levaduras y lácteos

Pan recién hecho, mantequilla, yogur, queso

Defectos en el vino por su aroma

Al igual que podemos aprender a identificar los diferentes aromas del vino y captar así sus matices, también resulta útil tener en cuenta qué olores no debería tener un vino. Esto nos dará una gran información sobre el caldo en cuestión y puede que hasta alguna pista de si deberías probarlo o no.

El primero que debemos identificar es el olor a humedad. Si un vino transmite este aroma significa que el corcho tiene un defecto, la “enfermedad del corcho” que se dice. Esto provoca que el vino huela de una forma a hongos y humedad. No se puede beber.

Otros olores que nos advertirán de que un vino no se encuentra en buenas condiciones son el aroma a vinagre o acetona (una bacteria es la culpable, debido a una exposición prolongada al oxígeno), a cerilla (defectuoso, por una alta concentración de dióxido de azufre) o a rancio (está oxidado, de nuevo, por el oxígeno).

También es posible que te topes con un vino que huela a huevo podrido. Pero tranquilo, al contrario de lo que puedas imaginar, tiene solución. Se debe a que el vino a reducido de más, bastará con oxigenarlo o decantarlo para corregirlo.


Seguramente ahora estarás deseando descorchar un vino e intentar averiguar el máximo número de olores que eres capaz de descifrar. No nos extraña, de hecho, los aromas del vino se tratan de una de las partes favoritas de muchos amantes de la vinicultura. Ahora ya conoces más sobre los aromas del vino.

2 comentarios en «Clasificación de los aromas en el vino»

  1. Muchas gracias por compartir tan importe información. Para las personas que como yo, no sabemos y nos gusta el vino.
    Con tan buenos consejos aprenderé que tipo de vino tomar según mi platillo.
    Y poder reconocer cuando no lo debo tomar.
    Nuevamente Mil Gracias .

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