Los estados fenológicos de la vid, ¿Cuáles son?

El interesante ciclo de vida de las vides, o lo conocido como, estados fenológicos de la vid, es estudiado minuciosamente por los vinicultores durante toda la temporada. Una tarea determinante, puesto que de su buen hacer dependerá que la cosecha sea todo un éxito o más bien un fracaso. Y eso, a su vez, decidirá si ese año habrá o no un buen vino como resultado.

¿Qué son los estados fenológicos de la vid?

Los estados fenológicos de la vid son las diferentes fases que cada nueva temporada debe vivir la planta. Estas van desde su despertar tras el letargo del invierno, hasta que se produce la floración de la vid, para posteriormente dar sus frutos, y, al final, perderá las hojas y volverá así a reposar de nuevo hasta el siguiente año.

La fenología no es otra cosa más que el estudio de los fenómenos biológicos en relación el clima, es decir, vinculados con los cambios estacionales. Y esta ciencia es imprescindible para la enología.

Estos estados fenológicos de la vid son analizados por los viticultores para identificar en qué momento de su madurez se encuentra la vid. De esta manera podrán proporcionarle los cuidados y la atención que precisa en esos momentos, por ejemplo, para prevenir posibles plagas perjudiciales.

¿Cuáles son los estados fenológicos de la vid?

  • A. Yema de invierno
  • B1. Lloro
  • b2. yema hinchada
  • C. Punta verde
  • D. Hojas incipientes
  • E. Hojas extendidas
  • F. Racimos visibles
  • G. Racimos separados
  • H. Botones florales separados
  • l1. Inicio de la floración
  • l2. Plena floración
  • J. cuajado
  • K. Grano del tamaño de un guisante
  • L. Cerramiento del racimo
  • M1. inicio del envero
  • M2. Pleno Envero
  • N. Maduración
  • O1. inicio de la caída de las hojas
  • O2. Plena caída de las hojas

Las diferentes fases del ciclo de la vid

El ciclo de la vid se estructura en 19 fases distintas, con nomenclaturas compuestas por una letra del alfabeto y su correspondiente etapa, que conforman un sistema estándar. Este es seguido por la mayoría de los vinicultores y fue desarrollado, en su versión más antigua, por el experto Baggiolini en el año 1952, el primero en establecer los estados fenológicos de la vid.

A: Yema de invierno.

Los estados fenológicos de la vid comienzan cuando las vides pierden sus hojas se sumergen en el llamado periodo de latencia, en el que las plantas carecen de actividad vegetativa y resisten temperaturas de hasta -15 grados. Así pasarán el invierno.

B1: Lloro.

En el momento en el que la temporada de frío queda atrás y el clima comienza a ganar en calidez, las vides realizan su primera manifestación de actividad. Esta se produce con la salida de la savia a través de los cortes que se realizaron en la poda. Así se reinicia el ciclo.

Esta fase de los estados fenológicos de la vid, adquiere este peculiar nombre debido a que todos los viñedos se recubren de pequeñas gotas de sabias traslucidas, por lo que parece que las vides estuviesen llorando. Debido a esto, los vinicultores y enólogos suelen llamar así a esta parte del ciclo. Así que si alguna vez escuchas que el las vides están en “pleno lloro”, no te extrañes, simplemente están renaciendo.

B2: Yema hinchada.

Las yemas de la vida van ganando en volumen poco a poco hasta dar paso a la siguiente fase del ciclo.

C: Punta verde.

Las yemas se abrirán al aumentar la temperatura y así surgirán los primeros brotes verdes.

D: Hojas incipientes.

De dichos brotes nacerán las hojas pioneras, aunque todavía permanecerá cerradas.

E: Hojas extendidas.

La apertura de las hojas ya es total, de hecho, iniciarán su proceso de crecimiento y expansión hasta que sea visibles las particularidades de la variedad de vid en cuestión.

F: Racimos visibles.

En este punto, la estructura de la futura flor será ligeramente apreciable, puesto que se desarrollará la forma en la que estas surgirán. Es la llamada inflorescencia.

G: Racimos separados.

Las inflorescencias se desplegarán y ocuparán un mayor espacio, los órganos florales ya pueden verse en su forma compacta.

H: Botones florales separados.

Los racimos ya están perfectamente formados y las inflorescencias se han desarrollado por completo.

I1: Inicio de la floración.

La corola que cubre los órganos florales se desprende para dejarlos al descubierto. Empiezan a abrirse las primeras flores, al producirse la floración de la vid.

I2: Plena floración.

Tanto los órganos masculinos como los femeninos, es decir, los estambres y los pistilos, han madurado.

J: Cuajado.

El proceso de reproducción se ha completado y los ovarios que han sido fecundados inician la formación de los granos de uva.

K: Grano del tamaño de un guisante.

Estas bayas, que se convertirán en futuras uvas, van ganando tamaño hasta adquirir el de un guisante.

L: Cerramiento del racimo.

Durante esta parte del ciclo de la vid, el racimo tal y como lo conocemos se desarrolla, se fortalece la estructura del raspón y los granos van acomodándose a la vez que crecen.

M1: Inicio del envero.

Con el envero se generan los pigmentos que caracterizan a la variedad de uva en cuestión, por lo que los racimos se van coloreando grano a grano.

M2: Pleno envero.

Los racimos ya están perfectamente formados, las uvas, que cuentan con sus semillas desarrolladas, muestran su color y particularidades y se recubren de pruina, un recubrimiento céreo.

N: Maduración.

La etapa de maduración significa que el momento de la vendimia llegará en cualquier momento, concretamente, cuando las uvas adquieran la madurez idónea según el criterio de los viticultores y enólogos. En este punto, los racimos han adquirido sus aromas singulares, han acumulado azúcares y han reducido su acidez.

O1: Inicio de la caída de hojas.

Cuando todo lo demás ha pasado, las hojas de las vides inician su etapa de degradación, progresivamente se van amarilleando.

O2: Plena caída de las hojas.

Finalmente, cuando la respiración se detiene, las hojas se secan y caen. En este momento, la vid vuelve al primer punto del ciclo, el de la yema de invierno. Y el ciclo se iniciará una vez más en la siguiente temporada.


Ahora conoces a la perfección los estados fenológicos de la vid pasan cada año, por lo que posiblemente podrías acertar, o al menos aproximarte, acerca de en qué fase se encuentra una vid. Si pasas por un viñedo durante la primavera, no dudes en poner en práctica tus conocimientos.

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