Si ya te has introducido un poco en esto del vino, fijo que te has dado cuenta que una de las cosas más importantes es la añada del vino, ¿pero por qué? Amigo, es que este dato tiene su aquel… En este articulo vamos a hablar sobre la añada del vino, la clasificación de ésta y las diferencias entre añadas de vinos blanco y tinto. ¡Vamos al lío!
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¿Qué es la añada del vino?
La añada del vino se corresponde con el año en el que se ha realizada la vendimia de las uvas con las que se ha elaborado la bebida. En el momento en el que ésta tenga lugar, se determinará la fecha de la añada. Este dato por sí solo es capaz de aportarnos muchísima información sobre un caldo y la calidad del mismo.
Si la vendimia fue buena, también la añada, y, por tanto, el vino tendrá todas consigo para haber logrado un resultado satisfactorio. Cabe aclarar que existen otros condicionantes durante su elaboración que determinan la calidad de un vino. Pero partir de una excelente añada ya es un gran indicador positivo.
¿Cómo saber la añada del vino?
Aunque dependerá de la bodega, normalmente la añada del vino suele indicarse en la etiqueta frontal o trasera de la botella. Otros lugares comunes en los que se ubica esta información son el cuello o el corcho por medio de una impresión.
¿Por qué algunos vinos no tienen una añada en la etiqueta?
Existen varias razones por las que algunos vinos no tienen una añada específica en la etiqueta. De hecho, existen cuatro tipos de vino que casi nunca tienen en su etiqueta la añada.
- Vinos de mezcla o cuvées. Producidos a partir de uvas de diferentes añadas, y por lo tanto, pueden no llevar la añada en la etiqueta.
- Vinos fortificados. Como el Oporto o el Jerez, a menudo se mezclan con vinos de diferentes añadas, lo que hace que sea difícil determinar una única añada para el producto final.
- Vinos de regiones sin regulación. En algunos países, las regulaciones sobre las etiquetas de los vinos pueden ser menos estrictas, lo que significa que algunos productores de vino pueden optar por no incluir una añada en la etiqueta.
- Vinos de baja calidad. En algunos casos, los productores de vino pueden optar por no incluir una añada en la etiqueta si el vino es de baja calidad y no cumple con los estándares de calidad que se esperan para una determinada añada.
En cualquier caso, es importante destacar que la mayoría de los vinos de alta calidad llevarán una añada en la etiqueta para que los consumidores puedan hacer una elección informada.
¿Qué significa que una añada ha sido buena?
La añada de un vino es buena cuando las vides han gozado de salud y han dado lugar a uvas que, a su vez, han experimentado un óptimo proceso de desarrollo y maduración. Lo que se traduce en que la vendimia resulta ser un éxito.
Esto dependerá principalmente de las condiciones climatológicas en las que esas uvas fueron cultivadas y maduradas. Sin embargo, también se tiene en cuenta el rendimiento del viñedo en cuanto a su producción de racimos y las posibles enfermedades que las vides han padecido durante ese todo ese tiempo.
Todo ello en su conjunto afectará a la clasificación de las añadas del vino. Es por esta razón que la labor de los profesionales dedicados íntegramente a las vides, como los viticultores o los ampelógrafos, resulta tan importante.
Clasificación de las añadas del vino
La clasificación de la añada del vino es una información de consulta pública que puede encontrarse fácilmente en la página web oficial de la Conferencia Española de Consejos Reguladores Vitivinícolas. Una asociación que se encarga de representar a las denominaciones de origen españolas y que mantiene actualizados estos datos.
Así, la clasificación de las añadas del vino quedaría así:
- Excelente. Se considera una añada de vino excelente cuando las condiciones climatológicas fueron las indicadas para ese tipo de uva, vino y zona.
- Muy Buena. implica que las uvas han recibido una cantidad idónea o satisfactoria de luz solar. Las precipitaciones también habrán sido frecuentes, pero no abundantes, así como espaciadas a lo largo del año.
- Buena: Aquella que aunque ha tenido buenas condiciones climáticas, aún así ha sufrido alguna condición climatológica adversa.
- Regular: las condiciones climatológicas no fueron favorables para las vides. Es posible que durante este periodo sufrieran adversidades como pueden ser las excesivas lluvias o heladas. O incluso todo lo contrario, fuertes temporadas de sequías que provocan una deficiencia de azúcar en las uvas y que el vino acaba siendo ácido. Y tampoco envejecerá bien.
Las heladas son otro elemento perjudicial si se recrudecen. Todo esto afecta negativamente al desarrollo de las uvas y a su calidad. De modo que las cualidades organolépticas del vino serán inferiores.
Cada Denominación de Origen dispone igualmente de esta información de la añada del vino, por lo que también se puede consultar libremente. A menudo se observa que las clasificaciones son principalmente favorables, lo que puede llevar a desconfiar al consumidor. No obstante, conviene recordar que los profesionales del vino destinan altísimos esfuerzos y cuidados a proteger sus vides.
Un objetivo que se ha visto favorecido gracias a las nuevas tecnologías, como la captura de imágenes por vía satélite o el uso de drones que analizan todas las propiedades del suelo. De esta forma se pueden paliar los efectos de una climatología que no es tan gentil con los viñedos como se desearía.
¿Hay alguna diferencia entre la añada de un vino tinto y la de un vino blanco?
Pues aunque pensarás que no tiene nada que ver… ¡Todo lo contrario! Porque hay muchas diferencias entre las añadas del vino blanco y tinto.
Quizás una de las más importantes sea la madurez de las uvas: En general, las uvas utilizadas para hacer vino tinto suelen madurar más tarde que las uvas utilizadas para hacer vino blanco. Esto significa que la fecha de la vendimia puede ser diferente para los tintos y los blancos, lo que a su vez puede afectar la calidad de la añada del vino.
También hay que tener en cuenta la duración del proceso de fermentación. El proceso de fermentación para el vino tinto suele ser más largo que el proceso para el vino blanco. Debido a esto, la fecha de la cosecha puede ser un factor menos determinante para el resultado final en un vino tinto.
Y por supuesto, las variedades de uva, ya que al ser diferentes para uno u otro caso, pueden madurar y fermentar de manera diferente, lo que a su vez puede influir en la importancia de la añada.
Si eres especialmente fiel a alguna Denominación de Origen en particular, te recomendamos echar un vistazo a sus añadas. Así podrás identificar cuáles han sido las mejores y tenerlo en cuenta la próxima vez que vayas a adquirir una botella de vino. Recuerda que no es una fórmula exacta para valorar la calidad de un caldo, pero sí es una guía que no suele fallar.