Podríamos decir que la bodega es el templo del vino, el lugar donde sucede la magia y en el que se produce la transformación de las uvas en esta apreciada bebida. Hoy vamos a conocer la historia y función de la bodega y a descubrir que incluso hay algunas que hacen todo un arte de su construcción. Una muestra de ello es una bodega inspirada en el mito del Minotauro. ¿Imaginas dónde se encuentra?
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¿Qué es una bodega y cuál es su función?
Una bodega es un lugar dedicado a la elaboración, crianza y almacenamiento del vino. Al menos, esa sería la descripción generalizada que podríamos hacer de ella, pero la realidad es que no todas las bodegas se dedican a desempeñar todos estos procesos. Por esta razón, encontramos varios tipos según su función.
Actualmente, cuando nos referimos a una bodega también podemos estar haciendo referencia a la marca del vino. Es decir, la bodega, y a la vez empresa, que ha elaborado ese vino y que le da su imagen y reconocimiento para su comercialización.
Un ejemplo son las Bodegas Mauro, que elabora el Terreus; o la bodega Finca Villacreces y su Nebro, ambos excelentes representantes del tinto de tempranillo.
¿En qué se diferencia una bodega de un almacén?
La principal diferencia entre una bodega y un almacén es que la primera no solo se ocupa de la organización y almacenamiento de los vinos. Como ya hemos visto, las bodegas también pueden dedicarse, siendo esto lo más habitual, a la elaboración, la crianza y el embotellado. Los almacenes solo se encargan del depósito de las botellas de vino.
Historia de las bodegas de vino
Las primeras bodegas de vinos surgieron durante la época de la Edad Media y únicamente se empleaban para almacenar las barricas, en las que se transportaba el vino.
Al ser un producto muy preciado, y habitual blanco de robos y saqueos, las bodegas se situaban en sótanos protegidos. Normalmente en el interior de los monasterios, que eran, además, los principales puntos de elaboración y conservación del vino y donde se desarrolló la enología en su etapa más primitiva.
Otro lugar que también contaba con bodega para almacenar vinos eran los castillos. Las barricas se reunían en salas y cámaras subterráneas.
Tipos de bodega que existen
Existen diferentes tipos de bodegas, que suelen dividirse según la función que desempeñan, ya que no todas se dedican a todos los procesos de elaboración del vino.
Bodega dedicada a la elaboración del vino
El primer tipo que podríamos diferenciar es el de las bodegas que se dedican a la elaboración del vino. Es decir, desde el tratamiento de la uva para transformarla en mosto hasta convertir este zumo resultante en vino, por medio de una previa fermentación. Esta clase de bodegas se suele encontrar cerca de las viñas para favorecer la logística en el transporte de las uvas.
Bodega dedicada a la crianza del vino
A continuación, un segundo tipo de bodegas sería el de aquellas encargadas de la crianza del vino. En sus instalaciones se produce y controla todo lo que implica la fase de envejecimiento. Incluyendo las prácticas necesarias para garantizar su calidad, como el trasiego, la clarificación o el filtrado.
Bodega de embotellado y comercialización del vino
También hay bodegas especializadas en la última parte del proceso, la más comercial, que se corresponde con el embotellado y envasado de los vinos. En ellas se distribuye el caldo en las botellas, que se etiquetan con la información respectiva a las principales características de ese vino.
Bodegas de almacenamiento
La cuarta categoría de bodegas es la del almacenamiento. Como ya sucedía con las primeras que surgieron hace siglos, en estas bodegas solo se recopilan los diferentes vinos, ya preparados para su consumo, y que aguardan su momento para ser distribuidos y disfrutados.
Sin embargo, podríamos tener en cuenta una última clase, ya que actualmente encontramos muchas bodegas que suelen ocuparse de varios o incluso todos estos procesos.
Las partes de una bodega de vinos
Las partes de una bodega de vino dependerán de las fases de la elaboración del vino que en ella tengan lugar. Sin embargo, si tomamos una visión global, podremos diferenciar entre algunas de las partes más importantes que de la bodega.
Lo primero que se encuentran los camiones que llegan a la bodega directos de la vendimia son las tolvas de recepción de uva. Un sistema diseñado para recibir los preciados racimos que han sido recolectados.
El siguiente paso será transportar las uvas a la sala en la que se encuentran los recipientes donde se someterán al proceso de preparación del mosto. Las máquinas con las que ahí pueden toparse son: despalilladoras, estrujadoras y las prensadoras.
Una vez obtenido el mosto y habiendo sido tratado de acuerdo a lo estipulado por la bodega, se trasladará a los depósitos de fermentación. Después, su recorrido terminará en las salas de barricas y toneles, donde tendrá lugar la crianza.
La elaboración del vino no termina ahí, ya que en este punto es cuando más crucial se vuelve el personal enólogo de una bodega. Por esta razón, muchas ya cuentan con sus propios laboratorios. En los que su equipo especializado podrá controlar la crianza del vino, así como las intervenciones que sean necesarias durante ella, como la estabilización o clarificación vino.
Cuando el vino ya esté preparado para su comercialización, será enviado a las cintas de embotellado y etiquetado.

Aunque estas suelen ser las zonas que habitualmente forman el interior de una bodega, su disposición puede llegar a ser todo un misterio. Cada una es única y tiene su propia personalidad. Y si no, que se lo digan a la bodega laberinto El hilo de Ariadna.
Está en Valladolid, pertenece a la Villa de Rueda, y se divide en varias salas que están inspiradas con un episodio relacionado con los personajes mitológicos que representan a sus vinos. Dédalo, Teseo, Ariadna o el mismísimo Minotauro.
Las bodegas son lugares magníficos para visitar y conocer de primera mano cómo se elabora el vino, cada detalle y variación puede dar lugar a un matiz único. Si nunca has visitado una, te recomendamos hacerlo, no te arrepentirás de la experiencia.